Mongolian

¿Qué Sucede Cuando una Mongol se Niega a Renunciar a sus Sueños?

El personal de JuCUM Misiones Fronterizas está experimentando una cosecha madura entre los no alcanzados. Las puertas abiertas están creando la oportunidad de iniciar iglesias y lanzar Movimiento de Hacedores de Discípulos (DMM) en lugares no alcanzados.

Libertad para Abrazar Diferentes Religiones y Creencias

Durante 70 años Mongolia, el país de Geriel*, estuvo bajo el comunismo ruso. No se les permitía creer en ninguna religión. A pesar de esto, muchos ocultaron su fe en el budismo. Cuando el régimen comunista se derrumbó, los mongoles abrazaron la democracia. Durante una temporada, experimentaron una nueva libertad. Ahora estaban abiertos a considerar diferentes religiones y creencias.

Mongolia luego abrió la puerta a los extranjeros después de ser un país cerrado durante muchos años. El evangelio fue compartido por misioneros que fueron a Mongolia. Después de escuchar el evangelio, Geriel se convirtió en una de las primeras cristianas mongoles.

Plantar Nuevas Iglesias

En septiembre de 1992, un equipo de JuCUM se propuso lanzar un DMM en Erdenet, la tercera ciudad más grande de Mongolia. Geriel se unió al movimiento. Entraron en aldeas, condados y ciudades vecinas, compartiendo el evangelio con los no creyentes.

En un par de años plantaron varias reuniones-iglesia fuera de Erdenet. Los misioneros les enseñaron muchas cosas. Aprendieron sobre las regiones en la Ventana 10/40, con la mayoría de las personas no alcanzadas. Comenzaron a orar por ellos. Hicieron planes para enviar misioneros mongoles hacia el oeste a Asia Central. Mantuvieron su palabra, y unos años más tarde se enviaron misioneros del nuevo movimiento para compartir el evangelio en Asia Central.

Una Una visión para Llegar más Allá de Mongolia

Geriel sirvió a la Iglesia Erdenet como anciana durante más de una década. Después de ese tiempo, ella y su familia se mudaron a Ulán Bator, la ciudad capital. Querían llegar a grupos nómadas y grupos étnicos no alcanzados más allá de Mongolia. Un día, recibieron un mensaje de Asia Central después de comenzar la plantación de iglesias en Ulán Bator.

El mensaje era de una dama misionera. Ella les dijo que varios jóvenes de un grupo étnico remoto no alcanzados habían venido recientemente a Jesús. Los estaba enviando a Ulán Bator para estudiar en la Universidad Internacional de Mongolia. Su deseo era que fueran entrenados como discípulos fieles y fructíferos. Se los confió a Geriel y a la Iglesia de Ulán Bator. Once estudiantes recibieron discipulado durante un período de cinco años. Los estudiantes tomaron clases de Biblia y recibieron cuidado de muchas maneras. Algunos de los jóvenes discípulos continuaron sus estudios y se titularon en otros países. Los otros fueron a casa para compartir su fe en los lugares de donde habían venido. De esta manera, se enviaron nuevos misioneros a áreas no alcanzadas.

Crecen Nuevos Líderes

En 2012, el equipo de Geriel plantó con éxito una iglesia en una nueva área fuera de Mongolia. Entrenaron a dos líderes. Durante cinco años, Geriel y su esposo hicieron visitas regulares a esa área. Cada semana, casi una docena de discípulos se reunían en secreto en la iglesia. Muchos incidentes desagradables ocurrieron en esa área durante esos años difíciles. La policía les prohibió reunirse, por lo que muchos de los creyentes se dispersaron. Hubo una ocasión en que la enseñanza falsa comenzó en la iglesia. Muchas personas siguieron a los falsos maestros, pero los principales líderes de la iglesia permanecieron. ¡Fue realmente desafiante!

A través de estas pruebas, sin embargo, los nuevos líderes se hicieron fuertes en el Señor. Los líderes de la iglesia reiniciaron la iglesia local y comenzó a crecer. Los líderes se comprometieron a no darse por vencidos, incluso en medio de la persecución del gobierno. También se plantaron dos iglesias mas y también continuaron creciendo.

La Cosecha esta Madura

La historia de Geriel de iniciar iglesias en estos lugares remotos es emocionante. Ella enfrentó muchos desafíos pero se negó a rendirse. Entre los no alcanzados, los trabajadores siguen siendo pocos. Muchas aldeas en Asia central permanecen no alcanzadas.

¿Crees que Dios podría usarte en un campo de cosecha abierto? La Biblia nos reta a ser audaces: «Pídele al Señor de la cosecha que envíe trabajadores a su campo de cosecha». ¿Y si te ofrecieras a Dios? Como Geriel, ora y da el siguiente paso. ¡Te sorprenderá lo que Dios hará!

¿Necesitas ayuda para saber cómo participar? ¡Regístrate hoy para tener una llamada con un entrenador de JuCUM Puentes!

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