Esta emocionante historia me la contó un entrenador de Misiones Fronterizas de JUCUM del sur de Asia.
“Vivíamos en una comunidad islámica. Había puesto a mi hijo en una escuela dirigida por una mujer musulmana. Todos los días hice caminatas de oración en esa área de mi ciudad, pidiéndole a Dios que trabajara allí entre los Grupos de Personas No Alcanzadas. Mientras caminaba, vi muchas guarderías y jardines de infancia dirigidos por musulmanes. Oré para que Dios algún día trajera un jardín de infancia cristiano a esa área.
“Algunos años después, habíamos planeado dirigir una Escuela de Estudios Islámicos (EEI). La EEI es un entrenamiento especializado para jucumeros que quieren alcanzar a los musulmanes. Como no hubo suficientes postulantes para que valiera la pena hacer la escuela, sentimos que debíamos reenfocarnos. Le preguntamos a Dios qué hacer. Decidimos capacitar a las personas a través de un Curso de Extensión de Vecinos. Sería un entrenamiento más corto especialmente diseñado para servir a los creyentes locales. Equiparíamos a quienes quisieran alcanzar a sus vecinos musulmanes. Nuestro personal compartió sobre el curso en las diferentes iglesias a las que asistían en la ciudad. Siete personas se apuntaron al curso.
Un Aprendiz que Dios había Escogido
“El primer día, entusiasmados conocimos a los diferentes estudiantes. Cuando una señora se presentó, mencionó que ella era la directora de un jardín de infancia. ¡Estaba ubicado en la misma zona que había hecho caminatas de oración! Ella tenía un personal formado por seis mujeres musulmanas y una mujer hindú. Había alrededor de 75 niños en la escuela.
“Cuando participó en el entrenamiento, abrazó la visión de alcanzar a los musulmanes que la rodeaban. Comenzó a planear lo que haría para compartir a Cristo con aquellos que conocía todos los días en su trabajo diario.
“Después de completar el tiempo de capacitación, queríamos asegurarnos de hacer un seguimiento con los estudiantes. Para ello decidimos reunirnos con ellos cada 15 días. En ese tiempo, juntos tuvimos un Estudio de Descubrimiento de la Biblia y practicamos los principios que les habíamos enseñado. Cada vez que nos reunimos, pudimos verlos crecer en su entendimiento del corazón de Dios para discipular a las naciones. Usamos el término musulmán para este tipo de reunión, le llamamos jamat.
Una Idea para un Día Festivo
A medida que la Navidad se acercaba, esta mujer compartió una idea. Que este día festivo era una oportunidad para compartir mas con los niños y sus familias. Ella quería hacer un tipo de programa para ellos como una Escuela Bíblica de Vacaciones, pero no le llamaríamos así.
Nos pusimos a la tarea y reclutamos dos maestras de escuela dominical de nuestra iglesia y otra mujer. Eventualmente otras dos maestras se unieron a nuestro grupo en preparación para este programa.
Entrenando Primero al Personal
Decidimos que lo mejor seria involucrar al personal de la escuela en el programa. Para hacer esto primero hicimos un entrenamiento para el personal, compartimos las historias las cuales serian compartidas con los niños en el programa. También elegimos enfatizar la historia del nacimiento de Jesús y algunas historias de su poder para sanar y hacer milagros. Esto les ayudaría a entender que hay un gran poder y autoridad cuando oramos en el nombre de Jesús. Jesús responde con amor y hechos cuando invocamos su nombre.
Decidimos demostrarles como orar en una forma que se adaptara a la cultura musulmana. Usamos términos que tuvieran sentido para ellos y no colocar barreras que causaran resistencia.
A media que entrenábamos al personal, había un hombre que estaba enfermo por el que oramos de acuerdo con su cultura y ¡él fue sanado¡; esto ayudo en gran manera a edificar la fe de todos los involucrados.
Algo de Gran Significado
El programa dio inicio y por varios días trabajamos juntos para enseñar a los niños y sus familias acerca de Jesús. El personal preparó un drama junto con los niños que contaba la historia de su nacimiento milagroso. El día que el drama fue presentado los padres y encargados de los niños vinieron para verlo. El lugar estaba totalmente lleno entre 150 a 200 personas.
Le habíamos pedido a un hermano que compartiera un poco más acerca del nacimiento de Jesús. El contó como el ángel se apareció y anuncio su nacimiento a los pastores. Estábamos un poco nerviosos de cómo la multitud respondería. Pero cuando escucharon esto, fuimos sorprendidos al ver que la audiencia irrumpió en fuertes aplausos. Ellos entendieron que algo de gran significado había sucedido.
Para la mayoría de estos niños y sus padres esta fue la primera vez que escucharon acerca de la vida y el amor de Jesús. Esto fue el principio y continuamos haciendo un seguimiento. Esperamos iniciar con un Estudio de Descubrimiento de la Biblia (EDB) con el personal que participó en el programa con corazones receptivos. Creemos que un día muchos de ellos escogerán seguir el camino de Jesús.
Alabamos a Dios por la increíble forma como Él contesta nuestras oraciones. Años antes este obrero de Misiones Fronterizas le pidió a Dios que trajera cristianos para empezar una escuela en su localidad. Sus oraciones fueron escuchadas. Dios respondió y guio a una mujer que nunca había conocido, para iniciar un jardín de infancia en ese mismo lugar. Dios de una forma soberana la trajo al entrenamiento y le puso al personal en contacto con ella. A media que ella se entreno y tomo la visión, esta mujer respondió. Ahora muchas semillas han sido plantadas y corazones responden al mensaje del Evangelio.
¿Será que hay personas musulmanas o de otra fe en tu ciudad? ¿Por qué no hacer como esta obrera hizo y empezar a orar regularmente para que Dios obre? Entonces empieza a entrenar a otros que estén interesados en como compartir el Evangelio con ellos en una forma culturalmente apropiada.
JuCUM Misiones Fronterizas ofrece entrenamiento de cómo compartir las Buenas Nuevas con musulmanes, hindúes y budistas. Encuentra mas acerca de la Escuela de Estudios Islámicos o la Escuela de Estudios Hinduistas aquí.